Hay muchas maneras de mejorar tu capacidad personal de ahorro. Algunas son rápidas y sencillas de implementar, como cortar el agua mientras te cepillas los dientes o apagar las luces que no estás ocupando.

Otras requieren un poco más de tiempo, como es el caso de destinar un monto mensual de ingresos para inversiones.

Aquí te enseñamos algunas alternativas que requieren diferentes niveles de dedicación y esfuerzo, ordenadas desde la más fácil hasta la más compleja.

1. Sigue la regla de los 30 días


Es la práctica más fácil de implementar, pero a la vez la más difícil de seguir. Simplemente, espera 30 días antes de adquirir artículos que no sean de necesidad básica y resiste la tentación de comprar.

Después de un mes, te habrás olvidado del ítem o bien tu impulso habrá calmado.